El pterigion consiste en un crecimiento anormal de tejido sobre la cornea (superficie anterior del ojo que es transparente y sin vasos sanguíneos) que se inflama con facilidad ante la exposición en áreas soleadas, polvorientas, arenosas o de mucho viento.
Los campesinos, los pescadores y las personas que habitan cerca del ecuador son quienes con frecuencia resultan más afectados.
La forma más fácil de prevenir el pterigion es con la protección solar que brindan las gafas con filtro ultravioleta, junto con el uso de gorra o sombrero desde la niñez.
Cuando el pterigion produce molestias al paciente o es evidente que va evolucionando, de manera que amenaza con ocupar la zona pupilar, impidiendo la visión, es necesario recurrir a la cirugía.